Síndrome de Ulises: la odisea emocional de los migrantes

Foto Pexel
El síndrome de Ulises es una metáfora que refleja el dolor, la resistencia y la resiliencia de quienes migran y deben enfrentar un viaje lleno de pruebas lejos de su tierra.
Migrar nunca ha sido un camino fácil. Más allá de las maletas, trámites y distancias, el verdadero viaje comienza en lo más íntimo: en la memoria, en la identidad y en la fortaleza emocional de quien parte.
A este conjunto de pérdidas y tensiones se le conoce en la literatura como síndrome de Ulises o síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple.
El término fue acuñado por el psiquiatra Joseba Achotegui (Universidad de Barcelona) en referencia al héroe griego Ulises, quien pasó largos años enfrentando pruebas y adversidades lejos de su hogar.
De la misma forma, muchos migrantes atraviesan una “odisea moderna” marcada por duelos múltiples: la familia, la lengua, la cultura, el estatus social, las costumbres y la tierra natal.
Para comprender mejor este fenómeno conversamos con Mariangel Palma psicóloga venezolana, especialista en terapia de la conducta infantil y asesora de familias. Desde hace algunos años vive en Curitiba, Brasil, ciudad a la que emigró junto a su esposo y su hija en busca de nuevas oportunidades y bienestar.

Factores que determinan la adapación
– Navela Pulido ¿Qué factores hacen que algunos migrantes sufran más que otros este síndrome?
– Mariangel Palma El nivel de resiliencia de cada persona determina cómo afrontará el duelo migratorio. Recordemos que el migrante se enfrenta a una nueva cultura y, en muchas ocasiones, a un idioma completamente distinto. Por lo tanto, la red de apoyo que tenga en esos momentos, además de la resiliencia que posea, será determinante para su adaptación.
– Navela Pulido ¿Cuáles son los principales signos que indican que una persona podría estar atravesando este síndrome?
– Mariangel Palma Los síntomas dependen de cada persona y de su capacidad de afrontamiento. En general, ante un cambio tan radical como lo es la migración, muchas personas reaccionan con tristeza, que si no se atiende puede escalar a un trastorno depresivo. Otras pueden desarrollar síntomas de estrés que, sin cuidado, terminan convirtiéndose en un trastorno de ansiedad.
– Navela Pulido ¿Cómo se relacionan la depresión y la ansiedad en este proceso?
– Mariangel Palma La depresión tiene que ver con la añoranza del pasado, con lo que se dejó atrás en el país natal. En cambio, la ansiedad está vinculada a una preocupación constante por el futuro en el nuevo país
El duelo migratorio en niños y adolescentes

– Navela Pulido Se suele decir que los niños se adaptan con facilidad. ¿El duelo migratorio se manifiesta de igual forma en adultos, jóvenes y niños?
– Mariangel Palma Existe la tendencia a creer que los niños no manifiestan el duelo migratorio, pero la realidad es distinta. La mayoría de ellos —y también los adolescentes— tienen dificultades para adaptarse a su nueva realidad. Además de expresarlo verbalmente, lo hacen a través de llanto, insomnio, aislamiento social, entre otros síntomas.
El desarraigo cultural
– Navela Pulido ¿Cómo influye el desarraigo cultural en este síndrome?
– Mariangel Palma La red de apoyo es vital para afrontar el proceso satisfactoriamente. El migrante debe crear un nuevo círculo social donde pueda expresarse y sentirse aceptado. A algunas personas se les dificulta porque están muy arraigadas a sus costumbres y amistades anteriores. No se trata de olvidar lo vivido, sino de adaptarse a una nueva realidad —en ocasiones con un nuevo idioma— sin dejar de lado nuestras costumbres, gustos e intereses personales.
– Navela Pulido Otro sentimiento frecuente es la culpa. ¿Cómo se puede manejar?
– Mariangel Palma El contacto frecuente con la familia y el trazarse metas dentro del nuevo país ayudan a sobrellevar la situación. Algunos migrantes optan por traer a un familiar para sentirse más apoyados emocionalmente, aunque esta opción solo es recomendable cuando se cuenta con estabilidad financiera.
El impacto de la discriminación
