Palmarito: historia del correo, el telégrafo y la voz del pueblo

Crónica del correo, el telégrafo y la telefonía en Palmarito, estado Zulia, Venezuela. Una colaboración de la periodista: Carmén Esther Chourio.


Antes del wifi y las redes digitales, Palmarito ya tenía su propio sistema de comunicación: cartas, telegramas y piraguas que cruzaban el Lago de Maracaibo llevando noticias, amores y esperanzas.

Las primeras redes del  pueblo

¿Qué tal si les digo que antes de la llegada del nuevo siglo ya Palmarito, allá en el Sur del Lago de Maracaibo, en el estado Zulia, Venezuela, contaba con redes sociales? Pues sí. Nuestros padres y abuelos se comunicaban mediante cartas y telegramas, lo cual permitía hacer llegar mensajes e informaciones importantes – de urgencia y también las no tan urgentes -. Imagino que hasta el mítico Cupido lanzó por allí algunas flechas de amor. 

Tres nombres claves

Tres nombres destacan en el protagonismo de aquellas redes de la época: Luis Felipe Meza, Ana Ofelia Meza de Cubillán, hija de Luis Felipe y encargada del correo, y José Bermúdez Navarrete, el telegrafista que llegó al pueblo desde Capatárida, estado Falcón.

El nacimiento del correo en Palmarito

El Correo, empresa de comunicación escrita del Estado venezolano, inició sus funciones en Palmarito con el nombre de Correo Venezuela en 1957. 

Su sede estuvo inicialmente en la calle Santander, en la casa de madera hoy propiedad de la familia Chourio Colina. Luego pasó a la calle La Marina, en la casa de los hermanos Morantes Mendoza, y más tarde a la calle principal, en la casa que fue propiedad de los esposos Idelfonso Cedeño y Carmen Teresa Chourio de Cedeño.

Mientras el correo recorría de una calle a otra, se construía la edificación donde funcionó el Tribunal (sí, ¡tuvimos un Tribunal!), actual sede de la Policía Uniformada, y allí el correo tuvo finalmente su espacio. Posteriormente, pasó a llamarse Instituto Postal Telegráfico (Ipostel).

Cuando Luis Meza cesó en sus funciones, encargó a su hija, quien recibió el nombramiento en 1962 y estuvo al frente del correo hasta 1984.

La ruta de las cartas

La correspondencia proveniente de distintos estados del país y del extranjero era recibida en Valera, estado Trujillo. Tal vez nuestro hoy santo José Gregorio Hernández tramitó correspondencia allí. Desde Valera, el señor Dionisio Pérez llegaba con las cartas al Sur del Lago de Maracaibo: a Bobures, El Batey, Nueva Bolivia y Palmarito.

Una vez recibida la correspondencia, la señora Ana Ofelia Meza la tramitaba y entregaba a quienes, ávidos de respuestas, acudían a retirar sus sobres. Luego Dionisio regresaba con la correspondencia que sería enviada a otros destinos.

Las cartas continuaban su viaje por agua – pues sí – el Lago de Maracaibo impulsaba las piraguas que desde el pueblo salían los jueves rumbo a Maracaibo, llevando la correspondencia que era recibida en El Malecón. Desde allí, las cartas eran enviadas nuevamente al pueblo, por Ana Ofelia, y así continuaba la comunicación con otras zonas del país.

Cuando el amor tocó a su puerta, Ana Ofelia Meza se casó con Elbano Ely Cubillán, con quien procreó cuatro hijos: Haimee Josefina, Elbano Benito, Alide Maurilia y Enrique Alberto.

El Telegrafista que vino de Capatárida

Posterior al correo, y de más inmediata respuesta y conectividad, aparece el telégrafo, manejado por el señor José Jesús Bermúdez Navarrete, el telegrafista que arribó al pueblo hacia 1951. Había estudiado telegrafía en Coro, junto a su hermano, realizando ambos la travesía en burros desde Capatárida hasta Coro.

El oficio que ejerció durante años fue certificado por el Ministerio de Comunicaciones, bajo la Dirección de Telecomunicaciones, obteniendo el título de telegrafista de Primera Clase, número 4141, conferido en 1959, aunque lo ejercía desde 1951.



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